¿Y tú de quién eres?

"No estoy de acuerdo con lo que usted dice, pero defenderé hasta la muerte su derecho a decirlo"; esta frase de Voltarie se puede entender de muchas maneras, casi de tantas como su "Tratado sobre la "tolerancia"". Hoy en día está siendo bastante utilizada (gracias al sr. Rubalcaba por recordármela), pero la hermenéutica que hagamos de ella puede llevar a decir cosas bastante dispares. Pasa lo mismo con el terrible atentado que ocurrió en París a principios de esta semana pasada, que ha suscitado miles de comentarios en la red y fuera de ella de lo más dispares. Pensé en escribir algo sobre eso, pero he necesitado la ayuda de una 2a persona para hacerlo, a la que agradezco la iniciativa, como siempre.

Alguien puede pensar que un hecho es un hecho y eso no lo cambia nadie, que es así y no puede ser de otra manera; eso es así y el "pavo es asao", pero no cabe ser ingénuos y pensar que los hechos no significan más allá de lo que son. Si juzgamos el hecho, es una aberración; el terrorismo nace de la convicción de que el miedo es el medio más eficaz para cambiar las cosas. Es propio de un fundamentalismo entendido como que se atenta contra lo fundamental, y ese fundamental es un absoluto que vale más que cualquier otra cosa. En este caso, el fundamentalismo ha sido creer que las aleyas del Corán que hablan de la defensa de la fe y la persecución a los infieles son esenciales, cuando es una lectura segmentada del Corán que no pretende transmitir ese mensaje en su conjunto. Si tomamos la Sagrada Escritura en versículos sueltos también se puede hacer fundamentalismo, haciendo fundamental algo que no es "lo fundamental"; a los católicos, el Concilio Vaticano II nos dijo que "la Sagrada Escritura hay que leerla e interpretarla con el mismo Espíritu con que se escribió para sacar el sentido exacto de los textos sagrados, hay que atender no menos diligentemente al contenido y a la unidad de toda la Sagrada Escritura, teniendo en cuanta la Tradición viva de toda la Iglesia y la analogía de la fe" (DV 12). En este sentido, me da mucha pena porque lo que queda de todo esto son 18 personas que ya no viven, y familiares y amigos a los que se les ha arrancado una parte de ellos sin previo aviso por una cuestión que en nada es fundamental. Eso es lo que consigue el terrorismo fundamentalista: que lo fundamental, que debería de ser "el Otro", la persona humana, pasa a ser un medio para la consecución de "mi" fin.

  Ahora, si juzgamos la interpretación que se le está dando al hecho, creo que no se está haciendo justicia . Se dice que es un atentado contra la libertad de expresión, pero aquí han matado personas, no libertades. ¿Es la libertad de expresión decir lo que yo quiera? Yo no creo que esto sea "libertad de expresión". Pongo un ejemplo: yo publico en Facebook un dibujo satírico de una prostituta y digo que es el dibujo de la madre de 20 de mis amigos (incluso puedo introducir rasgos que las identifiquen para mayor definición gráfica) ¿Les va a gustar?¿Se van a reir? Me parece que no, aunque sus madres no sean perfectas. La libertad de expresión incluye el concepto "libertad", y por más que algunos quieran la libertad no es individual, sino comunitaria. Si no soy capaz de respetar al otro, mi libertad no es libertad. Porque si eso es la "libertad de expresión", no quiero imaginar lo que puede ser la "libertad de actuación". Estamos "concienciados" de que la violencia no es solo física, que muchas veces es peor la violencia psicológica, pero podemos decir lo que queramos con independencia del que lo escuche. Lo siento, pero me parece que eso es contradictorio. Y ¡ojo!, que todos corremos el riesgo de equivocarnos y decir algo que no queremos o de lo que no hemos pensado en las consecuencias de cara a los demás, pero en el momento en que se sistematiza esta manera de actuar ¿estamos haciendo lo correcto?

Sin embargo, el semanario Charlie Hebdo es un negocio que vende un producto a un público determinado; puede que piensen que hacen una obra buena de cuestionamiento de la realidad social, pero me da la impresión de que solamente pueden generar odio. Charlie Hebdo continuará su cruzada contra las religiones y todo aquello que considere "perjudicial" a través de la sátira, pero eso no hará que las 18 personas asesinadas vuelvan a vivir. Esas personas no han muerto por manifestar su libertad, han muerto por ofender a personas con una visión distorsionada de un dios hecho a su medida. Por eso, yo siento de corazón y rezo sinceramente por unos y por otros, pero el efecto que va a tener este atentado va a ser multiplicar los esfuerzos de ese semanario en su labor divisoria, la divisón de una sociedad, el juicio injusto a aquellos que no conocemos, e incluso la división "Je suis Charlie Hebdo"-"Je ne suis Charlie Hebdo". Viene a ser como el antiguo anuncio de Kas: "Kas naranja o Kas limón: ¿y tú de quién eres?", pero este solamente nos preguntaba qué nos gustaba más pretendiendo vendernos el producto.

Como casi siempre, el problema es que "lo importante es lo que pienso yo, nadie tiene que decirme lo que he de pensar y todos intentan manipularme". Si contra algo es este atentado no es contra la libertad de expresión, sino contra el diálogo. Y si eso es la libertad de expresión, rezaré para que nunca llegue la "libertad de actuación", porque ese día no podremos ni salir a la calle; no yo por ser católico, ni siquiera tú por pensar distinto a alguien que sea más fuerte que tú. Esto no justifica la actuación de ninguno de los bandos (¡ni mucho menos de los terroristas!), pero sí debería favorecer una reflexión seria, aunque el efecto vaya a ser el contrario.

Yo, personalmente, "Soy Domingo Pacheco"; me compadezco y rezo por las personas que han muerto en esta última semana y sus familias de corazón, y que para mí son más que miembros de un semanario o de una comunidad judía o musulmana (los judíos asesinados de los que se ha dicho poco o el policía musulmán defensor del bien común que han pasado como un día de calor en un verano caluroso), pero nunca podré estar de acuerdo con lo que defiende esa revista, y espero que eso nunca sea "la libertad de expresión", perquè sinò estem fotuts. Nos encanta, pero no mezclemos las cosas y seamos un poco más críticos, más allá de la opinión que nos puedan generar. Y tú, ¿de quién eres?

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