Llevando calor al helado corazón de Europa

Un año más ha tenido lugar el Encuentro Europeo de Taizé, y un año más he podido participar en él, y un año más Dios sorprende, y un año más quiero decir algo sobre lo que hemos podido vivir estos días en Praga. No voy a contar mi experiencia, porque no cabría en 10 entradas como esta, pero sí voy a hablar de lo que ha ocurrido en Praga estos días.

Para alguien que ya lleva algunos Encuentros Europeos puede parecer que un Encuentro siempre es lo mismo, o puede dar la impresión de que uno ya sabe lo que se va a encontrar, como manifiesta la gente que le pregunta lo que va a ocurrir. Es cierto, uno puede conocer una estructura preestablecida de lo que es un Encuentro, pero un Encuentro de Taizé siempre es NOVEDAD. La novedad de viajar con otra gente, la novedad de visitar otra ciudad, la novedad de encontrarse con gente nueva, la novedad de un Espíritu que sopla donde quiere y nadie sabe dónde va. Y ante esta novedad, solamente podemos abrir los ojos y el corazón y dejarnos sorprender. Y lo cierto es que Dios sorprende; quizás el año pasado se diera lo que este año hemos podido vivir, pero este año ha llamado más la atención un aspecto que a mi juicio ha sido la tónica general del Encuentro y que se puede resumir en una palabra: "COMPARTIR".

COM-PARTIR, partir comunitariamente. Este año, tanto yo como otros tantos miles de personas hemos sido acogidos en colegios, gimnasios y demás colectivos para poder vivir esta experiencia que se nos ha ofrecido. Es cierto que vivir en un gimnasio o un colegio no resulta a priori tan acogedor como vivir en una casa con una familia que te abre sus puertas para que puedas vivir su vida, pero no por eso es una experiencia menos densa. Compartir ha significado poner todo en común, con-vivir en un mismo espacio con personas que se escapan a lo que consideramos amable o incluso simpático, congregados por una misma Persona. Hemos compartido comida, frío, alegría, incluso ropa; hemos compartido emociones, sentimientos y reflexiones. Puede parecer muy bonito visto desde fuera, pero com-partir es más que una hazaña, un desafío. ¿Por qué? Porque compartir implica salir de uno mismo, dejar el "ego-centrismo" para cambiarlo por un "otro-centrismo", y esa es una dinámica que tenemos tan interiorizada en nuestras vidas que resulta complicado dejarla de lado de la noche a la mañana; no es tan fácil como cambiar de país.

COM-PARTIR es algo dinámico, no estático. No se puede compartir si nuestra voluntad no se implica, si no nos implicamos en esa tarea. De ahí que hayan habido momentos en los que no hayamos estado dispuestos a partir con los otros, a salir del "yo" indivisible. Sin embargo, por ser algo dinámico y requerir movimiento, compartir genera una fricción, genera energía, genera calor. Es este movimiento el que derrite el hielo de nuestro corazón, el que hace que un corazón helado pueda recuperar su temperatura original y sea capaz de amar. El calor que origina el compartir es el que nos ha calentado a los que hemos vivido en esta fría ciudad europea.

COM-PARTIR es una tarea que siempre está en realización, en un continuo hacerse en vistas a llenarnos. Quizás aquello que han compartido con nosotros no nos haya colmado tanto como nos hubiera gustado, o puede que nuestro "yo" gigantesco quisiera haber adquirido cosas que la situación no ofrecía. Sin embargo, se bien que lo que se ha dado era suficiente para contentar a aquél que no espera nada: AMOR. Hé ahí la clave. Muchas veces intentamos poner nombre a ese amor o incluso exigir la manera en que este ha de darse, quizá porque pensamos que lo merecemos, que nos lo hemos ganado o que lo hemos trabajado, pero se nos olvida que el amor es una experiencia GRATUITA, condición indispensable para que el amor sea amor. Esto se ha dado en el Encuentro de Taizé de Praga, esto se nos ha ofrecido y hemos podido obtener siempre que nuestras expectativas no hayan aguado la fiesta.

Praga ha sido testigo privilegiado de este movimiento dinámico que es el COMPARTIR, que es el AMOR. Podemos pensar en el compartir del compañero de clase que nos deja la goma de borrar, o en compartir la vida con quien Dios pone a nuestro lado, pero tanto uno como otro nos viene dado por el amor. Pero para que podamos compartir nos tenemos que olvidar de nosotros y poner los ojos en el otro; ¿qué es sino esto la ENTREGA? ¿cómo realizó JESUCRISTO su entrega si no fué haciendo totalmente suya la voluntad del Padre? Cristo lo hizo como nadie, porque Él es el HIJO del Padre; pero gracias a Él nosotros podemos vivir en esa voluntad que Dios tiene para con nosotros simplemente porque nos ama con locura. De ahí, que elevando los ojos a Dios en la oración hayamos podido compartir con los demás, independientemente de quienes fueran, en un mismo Espíritu. Dios es el que está detrás del Encuentro, el que realiza la posibilidad de que nos hayamos podido encontrar unos con otros más allá de nuestras opiniones, prioridades de juicio o valoraciones. Es en ÉL en quien este Encuentro se ha hecho posible. Estoy seguro que Dios, al recibir las oraciones de sus hijos unidos, salvando las diferencias que los hombres nos hemos impuesto a lo largo de la historia, ha visto un poco más realizado el designio de amor que tiene para todos los hombres. La tarea ecuménica es un largo camino, pero el Espíritu sabe suscitar caminos para la unidad.

Por eso, este ENCUENTRO ha sido para mi una experiencia de COM-PARTIR, de poder partir con los demás aquello que teníamos, saliendo de nosotros mismos y mirando a los demás, fruto de poner a DIOS en el centro de este Encuentro que hace surgir vínculos de amor entre los que se han dejado afectar por su Espíritu; "un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, actúa por todos y está en todos." (Ef 4,5-6). Por esto, y ante tanto recibido y compartirdo, solo puedo dar gracias a Dios por este Encuentro, por todo lo que regala a tantos cristiano a través de una realidad tan rica como es Taizé.

Finalmente, quiero que esta entrada sea un agradecimiento a la Comunidad de Taizé por el esfuerzo realizado y su docilidad al Espíritu, a la Acogida de Taizé de Valencia por el trabajo realizado y a todos los voluntarios, precursores en la entrega, y a todos los que hemos vivido esta experiencia, porque hemos contribuido al deshielo del corazón de Europa ¡¡¡See you in Valencia!!!

Comentarios

Entradas populares de este blog

"Apúrate"

"La tiranía totalitaria no se edifica sobre las virtudes de los totalitarios sino sobre las faltas de los demócratas"

Pensando en voz alta (sobre Tikkun Olam)