Si esto te parece desunir, prueba a no comer
Tengo que confesar que en estos momentos me encuentro muy indignado, pero eso no pretendo que me disculpe ante nadie, ni haga que estas palabras suenen menos duras. Entiendo que haya quien justifique todo lo que está ocurriendo, pero me vais a permitir que comparta mi indignación. Y a quien no le parezca bien, puede parar de leer. No me importa. Total, en este mundo lleno de patrañas amplificadas no tienen porqué escucharse las voces disidentes.
Esta mañana, mientras preparaba los materiales que con sumo gusto envío a quienes quieren recibirlos, para vivir esta pandemia de la mejor manera posible, me he enterado de que aquí, donde yo vivo, el Rincón de Ademuz, entre todos los gobernantes que nos afectan y tienen potestad para decidir sobre ello, han asignado la cantidad, nada desdeñable, de CUATRO MIL QUINIENTOS SETENTA Y CINCO EUROS contantes y sonantes para paliar los efectos de esta crisis en ayudas sociales de emergencia. Claro, si 11 millones de euros los divides y racionas por número de personas... pues el cálculo te sale más o menos así, supongo. No lo sé. No soy ni economista ni gobernante. Total, 'pa los que son', les tiene que sobrar... Me acuerdo cuando escuché repetir al Presidente del Gobierno de mi país, hasta 3 veces en comparecencia: "DOSCIENTOS MIL MILLONES DE EUROS para... DOSCIENTOS MIL MILLONES DE EUROS para..." Pero diciéndolo así, como quien saborea las palabras. En fin, cada uno hace lo que puede y cómo puede, pero ese no es el problema (faltaría más que su excelencia no pudiera decir lo que excelentemente le dé la gana...)
El problema está en los números. Porque eso es lo que somos en el Rincón y en el resto de España: números. Porque si a ti te dan ese dinero para ayudas sociales de emergencia, para gente que ha perdido todos los ingresos en su unidad familiar... ¿a cuántas familias tienes para ayudar y durante cuánto tiempo? Pues, contando que las personas tenemos el vicio de comer, tanto mayores como pequeños, que nos hemos malacostumbrado a utilizar la luz eléctrica, que tenemos teléfono para comunicarnos con otras personas... Ciertamente, poquitas familias durante poquito tiempo. Porque no se trata de NÚMEROS, se trata de PERSONAS: personas que han perdido su trabajo y tienen ingresos 0, personas que no pueden pagar el alquiler, personas que, por avatares del destino, teniendo contrato y haciendo las cosas bien, han perdido toda prestación y todo ingreso... ¿Qué hacemos con esas PERSONAS? ¿Les decimos que no coman? ¿Les ponemos el video del presidente del gobierno saboreando las palabras DOSCIENTOS MIL MILLONES DE EUROS para que se consuelen y piensen que algún día les llegará algo, a ver si así se les llena el estómago de ilusiones y sueños?
Estoy indignado, sí, y mucho. Pero tengo esperanza para esto. Esperanza en las PERSONAS. Las personas que te van a ver pasando hambre y no lo van a permitir. Las personas que van a buscar la manera de ayudar a gestionar este dinero. Los profesionales que van a alargar cada céntimo para que ese dinero asignado se aproveche de la mejor manera posible. Las instituciones, y las personas que las forman, como CÁRITAS, a quien se castiga con la indiferencia propia que se le asigna a la Iglesia Católica en estos tiempos, cosa que a mí me es indiferente, puesto que no hacemos las cosas por el reconocimiento de nadie. Sin embargo, gracias a todas esas personas, TODO IRÁ BIEN.
Lo siento pero no puedo callar a expensas de un buenrollismo que nos ayude a sobrellevar esta situación, porque quien pasa hambre no puede tener "buen rollo". Gracias a Dios, y a las personas, esto pasará, y espero que nadie pase hambre ni acumule deudas que le hagan pasar hambre cuando nadie se acuerde del dichoso-virus, pero si no decimos las cosas, se corre el riesgo de vivir en el país de la piruleta, y después, la realidad, duele.

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