Cristianos en el mundo

El otro día, gracias a una amiga, me surgió una pregunta que he estado reflexionando: ¿qué pasa con el "mundo"? No es una recriminación ni una pregunta retórica, sino más bien evangélica. ¿Qué hemos de hacer los cristianos en el "mundo"? Numerosos pasajes de la Escritura nos dicen que no amemos al mundo (1 Jn 2,15; Rm 12,2; San 1,27), pero ¿qué significa eso? ¿significa que hemos de alejarnos del mundo? ¿Acaso hizo eso Jesús?

El Evangelio de San Juan comienza diciendo que la luz vino al mundo, pero los suyos no la recibieron (cf. Jn 1, 10-11). Sin embargo, ¿qué hizo Jesús durante toda su vida? vivió en el mundo, pero no como el mundo quería; el mundo no quería un Mesías que padeciera, sino uno que viniera con poder, que viniera a liberarlos de la esclavitud que creían que era importante: la esclavitud política, la esclavitud del pueblo de Israel. Pero "Jesús pasó haciendo el bien" para de ese modo cambiar el mundo, convertir al mundo. Se relacionó con el mundo para atraerlo hacia sí, para liberarlo de una esclavitud mayor que la esclavitud política, y el mundo no le recibió. 

¿Qué hemos de entender nosotros los cristianos por mundo? ¿es el mismo mundo que Jesús vivió? Por supuesto que sí; el mundo sigue siendo el mismo, aunque sus circunstancias cambien. No es el mundo de los filósofos; no lo entendamos como el conjunto de seres humanos o de culturas, pues va mucho más allá. No creamos que al no ser del mundo acaba nuestra responsabilidad para con los que se han alejado de Cristo y se han apegado más a las dinámicas del mundo; y, por supuesto, no nos creamos con derecho a juzgarlo, pues no es esa nuestra misión. "Mundo" se contrapone a "Reino de Dios", y ningún ser humano está alejado definitivamente de Dios. El mundo es nuestro habitat, es el lugar donde moramos como cristianos y como no cristianos, es nuestro entorno. Es cierto que los cristianos no somos del mundo, pero estamos en el mundo; no podemos dejarnos llevar por la tónica dominante, por las dinámicas del mundo, porque nosotros tenemos a uno que es más que el mundo. Sin embargo, no podemos olvidarnos del mundo, pues el mundo nos necesita. El mundo nunca dejará de ser mundo, pues si estando la Luz en el mundo no la han conocido, no pretendamos que eso cambie gracias a nosotros o a nuestro esfuerzo. Nosotros, los cristianos, tenemos la misión de llevar al mundo la Luz verdadera, el Evangelio de Jesucristo, pero no creamos que eso hará que deje de ser mundo. Solamente hay un "Príncipe de este mundo", pero el resto, todos, varones y mujeres, estamos llamados a entrar en la dinámica de Cristo.

Por tanto, es cierto que no hemos de amar al mundo, sus dinámicas y sus valores, pero eso no nos impide amar a las personas que están en el mundo, tanto creyentes como no creyentes, pues en el mundo estamos todos. Todos somos hijos amados de Dios y Jesús nos amó a todos y murió por todos, así que los cristianos no tenemos excusa. Sabemos que Jesús dijo aquello de que "no tienen necesidad de médico los que tienen buena salud, sino los enfermos", pues Él no vino a los justos, sino a los pecadores para que se conviertan (Cf. Lc 5,31-32)  y que Dios hace que salga el sol sobre malos y buenos, y que llueva sobre justos e injustos (Mt5, 45). Por eso, esforcémonos en nuestro quehacer cristiano, no despreciemos a nadie por su dinámica de vida, por estar más apegado a las cosas del mundo, pues Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre, no lo hizo, sino que se sentó a comer con ellos. Tomemos nosotros ejemplo del Maestro y aprendamos qué es eso de "vivir en el mundo". 
¡Gracies Anna!

Comentarios

  1. ¿Y qué pasa con esto? http://www.youtube.com/watch?v=thuViaxRd_w
    ¿Cuál es nuestra responsabilidad en la preservación de la naturaleza desde el punto de vista cristiano? Supongo que en esa época no supondría un problema pero actualmente sí lo es. ¿Qué consideración se tiene al resto de criaturas vivientes? ¿Y la sobreexplotación de los recursos naturales?

    Gràcies a tu!!!


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